Tu opinión importa

Cuando vives en una vivienda alquilada, pueden surgir dudas sobre el mantenimiento de ciertos elementos del piso. Uno de los temas más frecuentes son las persianas en el alquiler: ¿A quién corresponde repararlas si se rompen? ¿Es responsabilidad del inquilino o del propietario? A continuación te lo explicamos de forma sencilla para que sepas cómo actuar.

1. ¿Quién es responsable del mantenimiento de las persianas en el alquiler?

En un contrato de alquiler, normalmente el propietario debe hacerse cargo de los desperfectos estructurales o de aquellos elementos esenciales de la vivienda que no hayan sido dañados por mal uso.

Las persianas en el alquiler suelen considerarse parte del equipamiento fijo del inmueble, igual que ventanas o puertas, por lo que el arrendador suele ser responsable de su correcto funcionamiento.

2. Diferencia entre desgaste normal y mal uso

3. Qué dice la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)

La LAU no menciona expresamente que hacer con temas relacionados con las persianas, pero sí establece que el arrendador debe mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad y el inquilino debe realizar pequeñas reparaciones derivadas del uso ordinario.

Así, si la reparación de las persianas en el alquiler es menor (por ejemplo, engrasar un eje o cambiar una cinta), puede que corra a cargo del inquilino. En cambio, si es un fallo estructural del sistema, lo normal es que lo pague el propietario.

Persianas en el alquiler: responsabilidades y costes si se estropean

4. Cómo actuar si se rompe una persiana en él alquile

  1. Comunica el problema de inmediato al propietario o a la agencia.
  2. Documenta con fotos o vídeos el estado de la persiana para demostrar si es desgaste normal o mal uso.
  3. Revisa el contrato de alquiler: algunos contratos incluyen cláusulas específicas sobre este tipo de reparaciones.
  4. Solicita presupuesto para evitar sorpresas y acordar quién lo paga antes de reparar.

5. Consejos para prevenir averías de las persianas en el alquiler

Las persianas en el alquiler suelen durar muchos años si se cuidan correctamente. Un buen mantenimiento no solo evita gastos innecesarios, sino también conflictos entre inquilino y propietario. Aquí tienes algunas recomendaciones más detalladas:

A) Evita tirar de la cinta con fuerza

El mecanismo de subida y bajada de la persiana está diseñado para funcionar con movimientos suaves y constantes. Si tiras de la cinta bruscamente, puedes desgarrarla o desajustar el enrollador interior. Lo ideal es subir o bajar la persiana con calma y sin tirones, así prolongas la vida útil del sistema.

B) Lubrica los mecanismos cada cierto tiempo

Con el paso de los meses, los ejes y guías pueden acumular polvo o resecarse, lo que provoca roces y atascos. Un poco de lubricante específico para persianas o incluso aceite multiusos aplicado de forma moderada en los puntos clave (como las guías laterales) ayuda a que todo se mueva suave y sin fricciones. Este sencillo cuidado preventivo puede ahorrarte averías costosas.

C) No fuerces la persiana si se atasca; llama a un profesional

Si notas que la persiana no baja o no sube con normalidad, no intentes forzarla ni empujarla desde las lamas. Forzarla puede doblar el eje, romper las lamas o agravar la avería. Lo mejor es detener el uso y avisar al propietario o a un técnico para que la revise y repare. Actuar con rapidez minimiza los daños y evita gastos innecesarios.

D) Mantén limpias las lamas y las guías

El polvo y la suciedad acumulados dificultan el movimiento de las persianas y aumentan el desgaste. Pasar un paño húmedo por las lamas y aspirar o limpiar las guías laterales de vez en cuando ayuda a que el sistema funcione sin problemas y alarga su vida útil.

E) Comunica cualquier anomalía al propietario

En una vivienda de alquiler es fundamental informar al arrendador de cualquier problema antes de que empeore. Avisar pronto de un mal funcionamiento de las persianas en el alquiler demuestra buena fe y puede evitar que el propietario te responsabilice de un daño mayor.

Bombilla conclusión

Las persianas en el alquiler pueden parecer un detalle pequeño dentro del contrato, pero su cuidado y mantenimiento reflejan la buena convivencia entre propietario e inquilino. Cuando cada parte entiende sus responsabilidades y actúa con transparencia, se evitan conflictos y gastos innecesarios.

Además, cuidar los elementos del piso alquilado como las persianas no solo protege tu depósito de fianza, sino que también demuestra respeto por la vivienda y por la persona que la alquila. En última instancia, una buena comunicación y un mantenimiento responsable generan confianza y mejoran la relación contractual.

Así que la próxima vez que subas o bajes las persianas en el alquiler, recuerda que un pequeño gesto preventivo hoy puede ahorrarte un problema mañana.

Artículos de interés – CPC Seguros:

Alquileres Habitaciones

Hola
¿Cómo podemos ayudarte?